martes, 15 de agosto de 2017

UNA CHICA NOBLE

Fue  el tercer día de clase  y  yo aún no conocía una gran parte de mis compañeros  y en eso veo  en una esquina  del salón a una chica de cabello liso hermoso y que en su rostro se notaba una muy buena voluntad y yo como siempre  un poco tímido  me acerque a ella y le dije  "Hola" y en ese momento ella me mira de una manera como quien dice me estas hablando a mi y me responde "hola" con una voz muy dulce y calmada.

Yo  busque una silla y me sente cerca de ella  tratando de tener  su amistad, sinceramente a veces soy muy malo   para buscar amistad   pero esta vez considere que debía hacerlo y uno de mis mayores miedos  era hablar de cosas que no tenían sentido ,yo tenía  mucho temor  pero logre  hablar con ella unos instantes.

Una de las cosas que me encantaba de aquella chica es que era muy callada,siempre andaba distraída y yo como   casi nunca tenía temas de conversación  para platicar con ella le preguntaba , ¿ya hiciste tal tarea?, ella me respondía con una voz bastante perezosa; "y a quien le preguntas,no soy la persona indicada" yo lo que hacia era mirarla a los ojos y le respondía "si eres la persona indicada" y me alejaba con mucho disimulo, estoy completamente seguro que en esos momentos  por su mente pasaban muchas incognitas por la forma en que le decia  eso , pero sin respuesta alguna.

Paso el tiempo y aún me sentía atraído por ella , mis ojos de forma insconciente  la miraban y lo más gracioso de todo era  que ella se me quedaba viendo, con una cara como quien dice "no me mires tanto me incomodas", era algo inevitable.

Sus amigas se dieron cuenta,  yo las ví hablando con ella  y me acerque con mucho cuidado y estaban hablando de la situación. Despues de haber pasado  5 días ella me escribe a mi washapp y me dice, "quiero hablar algo contigo, pero no me busques, yo te buscaré".

Yo sospechaba  que me iba a decir que no la mirara tanto, hasta que llegó el día y me dijo de una forma muy amable pero antes me dijo " no quiero herirte con lo que te voy a decir".

Despues de esto ella me pregunto que de quien gustaba, yo evadí el tema y no le dije de quien gustaba  y ella me dijo que gustaba de tal persona, luego de eso  yo pense, mejor que no le dije que era de ella.

ya habían pasado  20 días, yo estaba bastante molesto porque mis compañeros les gustaba molestarme y a mi eso no me agradaba y me hize al lado de ella y le dije " Disculpa por hacerme cerca de ti", me puse mis audífonos , para escuchar un poco de Hard Rock, y derrepente siento que alguien me toca el hombro  y resulta ser que era ella y me dice : Charlies te acuerdas del chico que te dije que me gustaba, eso era broma no te lo tomes en serio, y con una sonrisa muy hermosa.En ese momento me quede como en suspenso y me pregunte a mí mismo ¿ por qué me dice eso?.Pero mi mente no me dio una respuesta alguna.

Ella es  ese tipo de chica a la que tu desearías tener como tu novia e incluso vivir junto a ella el resto de tus días, de esas que se  estan   extinguiendo, mientras otras estan siendo absorvidas por la sociedad, pero yo sabía perfectamente que no era correspondido.

Este suceso me hizo recordar aquel fragmento de  "BUSCANDO A ALASKA" que dice: ya me había metido en problemas por mirar para donde no debía pero lo hacía insconsientemente. Aún no he encontrado mi Alaska.


EL SUFRIMIENTO DE UNA HIJA


Marcela era una chica que vivía en el oriente chiricano de Panamá. con sus padres en una casa de madera con techo de paja, piso de tierra; dormía cubierto con unas capas de plásticos plastimex, las cuales usaba como techo.

Su vida desde pequeña fue muy difícil, su padre se dedicaba a la pesca pero había días que no trabajaba porque tenía un vicio: el alcohol. Normalmente se desaparecía, pero si lo deseaban encontrar había que buscarlo en la cantina tomando con sus amigos de farra. En medio de la euforia se le olvidaba que tenía que llevarle comida a su familia. En la mayoría de las ocasiones no pro baban comida por varios días, y lo peor de todo, sin esperanza que alguien los ayudara. Su madre consternada por su precaria situación rezaba pidiéndole a Dios un milagro para que la situación cambiara y su esposo se preocupara por el hogar.

Marcela, la hija de doce años, producto de unos de esos momentos de borracheras, observaba feliz y triste a su madre hincarse y pedirle a Dios para que la situación cambiara. Esta colocaba la mano en la barriga de su hija y clamaba “señor haznos sentir como si hubiésemos logrado probar una buena comida--. Está acción de su madre la ayudaba a controlarse y no pensar que estaba hambrienta.

Transcurridos siete días en los cuales Bernardo no se apareció a ver a su familia y que produjo la desesperación por la salud de su hija. Una vecina se le acercó y le dijo, Sé que tu esposo tiene siete días que no les trae comida y en verdad me duele mucho su situación porque cuando estuve pequeña pasé las mismas calamidades que pasas en estos momentos. Al terminar de decirles estas palabras llamó a su esposo Fabián para que amablemente en un cartucho le trajera arroz, frijoles, sal, aceite y algo más para el desayuno, comida por lo menos para una semana.

¡Bendito Dios! Dijo Cándida, la madre de Marcela a la cual se le llenaron los ojos de lágrimas; abrazaron a la vecina y a su esposo agradecidas por ser solidarios con su situación.

Marcela conmovida y llorando le dijo a su madre_Dios respondió a tus oraciones y la vecina se convirtió en instrumento divino. Él envió a estos ángeles para ayudarnos_.

Como una brisa fuerte pasan los años, Marcela ingresa a séptimo grado en el I.P.T Abel Tapiero Miranda, en San Lorenzo, aún su vida seguía siendo difícil, su padre mantenía la misma forma de vida, sumido en el alcoholismo. Su madre estaba angustiada porque ahora no contaba con el dinero para enviarla al colegio y se sentía presionada porque solo faltaban tres días para iniciar las clases.

Pensó ¿qué haré?, luego se dirigió hacia el representante de la comunidad Ángel Madrid para pedirle ayuda. El representante como todo político le prometió ayuda, le dijo que hiciera la solicitud por escrito y se la entregara a su secretaria. Pero esa ayuda nunca apareció. Sin embargo, siguió su búsqueda, decidió ir a la parroquia, allí vio un grupo de misioneros y se les acercó. Una vez allí les contó su situación, ella no se había percatado que estaban evangelizando, la invitaron a unirse al grupo. Ella decido alabar a Dios, cantar, compartir un momento de espiritualidad para darle sentido a su vida.

El domingo en la tarde tocan a su puerta, Cándida abre y se sorprendió al ver que eran los misioneros que le llevaban los uniformes, útiles escolares que la comunidad había donado para ella y como Marcela era una niña con buenas calificaciones el representante la apoyó con una beca para que pudiera seguir sus estudios secundarios.

Lunes, primer día de clase. Marcela estaba muy feliz, los compañeros de clases la conocían desde la escuela y estaban al tanto de su situación. El consejero al entrar en el aula se presentó y solicitó a todos los estudiantes su autopresentación. Cuando le tocó su turno, ella se levantó y dijo:

_Mi nombre es Marcela Carpintero, tengo 13 años vivo en el pueblo de San Juan y sueño con ser una doctora de medicina general_.

En ese preciso instante sus compañeros de clase se soltaron a carcajadas porque afirmaban que eso era imposible por su situación. ¿Cómo se le ocurría creer que iba hacer doctora? ¡Imposible!.

Marcela se fue triste y le contó a su madre su sueño y que sus compañeros se habían burlado. Cándida su madre le dijo: “No te preocupes con el favor de Dios yo voy a trabajar y te voy ayudar para que logres tu sueño.”

Su Madre, analfabeta no encontraba trabajo pero decidió lavar, planchar ajeno, de esa manera obtenía dinero. Durante todos los años de la vida escolar a Marcela la ayudaban en el colegio además consiguió que le diesen entrada al comedor. Era muy conocida entre las señoras que cocinaban, pues llevaba una vasija para que le dieran un poquito de comida para su madre.

Brisa muy fuerte en San Lorenzo. Llegó el gran día: graduación de Marcela. A pesar de todas las dificultades había finalizado su Bachillerato en Ciencias obteniendo el máximo índice académico de su promoción, por ello le correspondía dar el discurso de despedida.

A su consejero le llamó la atención esta parte del discurso: “…El camino ha sido difícil para llegar hasta aquí, he pasado hambre, mi madre no comía para que yo me mantuviera bien y resistiera, saber lo que es querer comprarte algo y no poder porque no contaba con los recursos, pero gracias a Dios puso gente en el camino para que nos ayudarán y así seguir adelante. Hoy he logrado culminar mi Bachillerato en Ciencias gracias a nuestra fe y la solidaridad de todas las personas que creyeron en nosotros. Sobre todo al amor de mi Madre que decidió darme una oportunidad…”

Una brisa cálida muy agradable llegó a donde Marcela. Fue Becada por la embajada de Cuba, para estudiar Medicina en la Habana. Día a día pensaba en su madre y sus sacrificios, así como todas las personas que fueron solidarias con ellas. Había tomado una determinación; cuando regrese a mi país seré un instrumento de Dios.

Muchos años después regresa a su lugar de origen, y se comunica con la parroquia para crear un comedor para niños brindándole desayunos y almuerzos financiados por una ONG que creó. Construyó un centro de atención médica gratuita para aquellas personas que no tenían recursos para pagarlos a un médico; consideraba que la salud debía ser un derecho a la cual toda persona debía acceder, independientemente de su color, posición social o credo.

Logró que personas que en la comunidad que la conocían se unieran a su causa, algunas donaron su tiempo, otras donaron terreno y materiales para la construcción del Centro de Atención.

Una mañana hermosa, de un sol radiante, y fuerte brisa de verano, inauguró el centro, llevó a su madre ya muy anciana, con signos de vejez pero con satisfacción en el rostro, para que estuviera presente en el acto. Gracias mamá por tu entrega, por darme tu vida. Marcaste mi vida…fuiste mi camino de Esperanza, así quiero llamar este centro “Camino de esperanzas”. El aplauso duró diez minutos. Una lágrima de felicidad asomó por el rostro de Cándida, su sueño ya era una realidad.



jueves, 3 de agosto de 2017

RECUERDOS QUE JAMÁS VOLVERÁN

 Mientras entraba al cuarto de mi abuelo, con tan solo ver su ropa y saber que el ya no estaba allí me quebrantaba del  dolor y me preguntaba a mi mismo ¿porque estas cosas tan inesperadas pasan?  aún no he encontrado una respuesta alguna que me deje satisfecho; unos dicen que son cosas que tienen que pasar porque así funciona esta vida, otros solo dicen que Dios lo mando a buscar pero al final estas respuestas siguen siendo inciertas.

Podremos regresar el tiempo  aunque sea unos segundos para despedirte de aquellas persona que jamás volverás a ver, pues claro  que no, solo quedarán los recuerdos en las mentes de aquellas personas que lo apreciaban y lo querían.

Que podemos hacer con aquellos que tienen  una carga de sentirse culpables al dejarlo  aislados, nada, solo pedirle perdón al aire porque ni siquiera te puedes comunicar o saber que el lo escucha, pero este no es mi caso.

Yo simplemente  tengo que agradecerles aquellos momentos que pasamos juntos en la tierra, darle las gracias por ser tan bueno con nosotros que fuimos una familia para el, que estuvimos con él hasta  el ultimo momento mientras agonizaba  en artículos de muerte aún sin poder hacer nada, solo resignarse al ver a los paramédicos hacer su trabajo para tratar de salvarlo sin respuesta alguna de su parte.

Como olvidar aquellas ultimas palabras que alguna vez dijo "no me quiero morir", ¿será que la vida tiene que ser así?, que cuando estás en tus últimos momentos aún cuando no presentes los síntomas sabes que te vas y decirle a aquellas personas que amaste que esta será la ultimas vez que los verás y despedir con una chocada de manos.

Lo único que nos queda a nosotros son los recuerdos de aquellas anécdotas que alguna vez dijo, las regañadas y correcciones que  alguna vez me dijo, los buenos momentos que se resumen en felicidad, la satisfacción de que  fuimos todo para él.

Al final de todo la vida se resume   en recuerdos, todo lo que muere se desvanecerá   , ellos vivirán por siempre en nosotros   solo hasta cuando los que guardamos sus recuerdos  hayamos desaparecido.

Así funciona esto  aunque muchas veces  se nos haga difícil aceptar , sin poder hacer nada porque es la única opción que nos queda.

De que sirve el orgullo, las riquezas,  si al final de todo  eso es una completa   basura.

Aprovecha tu vida, recuerda que esto es un  viaje sin boleto de estabilidad.


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